El equipo de Holy Mary os desea Feliz Navidad

Muy queridos padres del colegio Holy Mary:

Estaba en el campamento de verano, y en una de las Misas un chico pidió por los que  estaban en silla de ruedas. Oscar, un chico con espina bífida, con discapacidad y que fue acogido desde los 8 meses en una casa hogar dijo sorprendido: “¿por qué reza por mí?” En ese momento era mi monaguillo y yo le miré y le pregunté que por qué decía eso. El con una gran naturalidad y sencillez respondió: “yo soy feliz”. Y yo insistí y le volví a preguntar: “¿por qué eres feliz?” Y una vez más su respuesta me dejó con la boca abierta: “porque no tengo más remedio que ser feliz”.

El hombre no es un ser creado para el absurdo, que ha sido vomitado a la existencia, como proponía el existencialismo francés, sino es el ser creado para la felicidad. Nuestros corazones desean el paraíso. Y por eso, dentro de nosotros descubrimos esa tendencia fuerte hacia la alegría, hacia la paz. Dentro de nosotros está toda esa positividad, toda esa fuerza.

Me llama siempre la atención la fuerza que tiene la naturaleza para crecer y vivir aún en las más difíciles condiciones. Esa fuerza también está dentro de nosotros. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, por eso nuestro corazón, si le sabemos escuchar, nos puede guiar hacia esa felicidad para la que hemos sido creados. Es la tendencia natural del hombre hacia los valores más bellos, hacia el bien, hacia el paraíso. Pero en nosotros no es sólo una energía, es la presencia de Dios en nosotros. “El Reino de Dios está dentro de vosotros” le dice Jesús a sus discípulos. De la misma manera que cuando alguien se enamora, al inicio siente una fuerza para agradar y estar con la persona que le ha enamorado, y siente una fuerza interior que le saca de sí mismo, de la misma manera actúa el Espíritu Santo en nosotros. La acción de Dios en nosotros. No es esa búsqueda de la felicidad simplemente una tendencia natural, sino que además es la fuerza de un amor que habita en nosotros.

Dediquemos un poco de tiempo en este Adviento para contemplar la paz y la belleza del portal de Belén. Haz silencio, para que puedas escuchar tu corazón y Su voz. Y ese Niño, Dios hecho hombre, te reafirmará que no tienes más remedio que ser feliz porque El se ha comprometido contigo. Jesucristo hace posible tu felicidad, tu bondad, tu paz.

Al llegar a este nivel de la carta, seguramente habrá algún escéptico que piense que sólo son palabras bonitas para el periodo de Navidad. En el fondo es la actitud del que no quiere arriesgar. Para poder conocer hay que implicarse, poner en juego la libertad, salir del área de confort.

Hagamos algo para llegar a Belén, como los Reyes Magos o los pastores. Esa felicidad para la que hemos sido creados, no hay que conquistarla, sino simplemente recibirla de un Niño, que es Dios hecho carne, que te la quiere dar.

Os deseamos una muy FELIZ navidad

Atentamente, con mi bendición sacerdotal y quedando a vuestra disposición.

P. Jorge Molino