“¡Puede iniciarse la cofradía!”. El Padre Cruz, junto con el Padre Bryan, daba comienzo al momento que llevábamos un año entero esperando: la procesión -por segunda vez en su historia- de nuestra Madre de Holy Mary, la Reina de la Paz. ¡Qué bella estaba de nuevo, blanca y pura sobre sus flores, puestas primorosamente por los padres del colegio dos días antes!
Fue un 16 de marzo sorprendente. El día había amanecido con una espesa niebla más propia de un invierno en Londres que de una antesala primaveral en el Viso. Sin embargo, un rato antes de nuestra procesión, el cielo se abrió, se engalanó para llenar de luz y esperanza al colegio y a nuestra ya cofrade calle Genil. A partir de ahí, el cielo en la tierra. La Virgen, mecida con el paso suave de padres, madres y profesores del colegio, salía a la calle arrancando cantos, lágrimas y sonrisas con cada paso.
La cruz de guía, los estandartes, los acólitos, los ciriales y los alumnos que van a hacer este año la primera comunión formaban el cuidadoso cortejo que precedía a nuestra Madre, la Reina de la Paz, espléndida en su gran día.
Tras una hora mágica, ya de vuelta en el patio del colegio, dos profesores, Mr. Moreno y Ms. Conroy, interpretaron en primicia el himno del colegio.
Gracias, Madre -Mamá-, por este día. ¡Llévanos de tu mano hasta tu procesión del curso que viene! Ahí te llevaremos de nuevo nosotros sobre nuestros hombros para agradecerte todo tu amor hacia nuestro colegio.
